El síndrome de Nathan Drake

El síndrome de Nathan Drake es un trastorno probablemente genético, que afecta a 1 de cada 13 millones de personas, y produce en quien la padece olas de mala suerte.
El primer caso del que se tuvo conocimiento es el de Nathan Drake, quien da nombre a esta anomalía, por el año 2002. Si bien este fue el primer caso del que se guarda registro, hay quienes dicen que esta enfermedad se presento por primera vez en Francis Drake, haciéndose más evidente en los últimos años de su vida. Sin embargo estos dichos jamás pudieron ser confirmados.
A lo largo de los años Drake se sometió a estudios de toda índole, pasando por más de 29 países. Los resultados fueron poco precisos y generaron más incógnitas que respuestas.
A pesar de ello, los especialistas pudieron afirmar que no se trata de ninguna afección física, sino que la causa ha de ser alguna inconsistencia genética.

¿Cuáles son los síntomas?
Quienes la padecen pueden experimentar:

• Desmoronamiento de suelo y techo por donde se transita.
• Traición de personas allegadas.
• Accidentes de seres queridos en circunstancias poco usuales.
• Pérdida temporal del conocimiento.
• Pérdida total o parcial de la cordura.
• Ataque de criaturas ancestrales de la mayor malevolencia.
• Enredo en trifulcas ajenas.
• Secuestros (propios o de familiares) seguidos de pedidos de tesoros milenarios por el rescate.
• Destrucción total o parcial del transporte en que se viaja.
• Súbita detención de la cola de supermercado a la que se acaba de arribar y avance desmesurado de aquella que se abandono recientemente.

¿Se puede tratar?

Los especialistas concuerdan que no existe un tratamiento con base científica que resulte efectivo.

El siguiente texto es una muestra de la última visita que hizo Nate a un médico especializado:

- Señor Drake, le seré franco, ud. sufre una anomalía completamente desconocida para nosotros. Creemos que es muy probable que se deba a una afección genética…
- Dejemos los formalismos, ¿qué se puede hacer al respecto?
- Rezar.
- ¿Perdón?
- Está perdonado… Lo siento mucho, pero no sabemos cómo tratar su caso. Y para peor, lo más probable es que sea crónico. Lo único que puedo recomendarle es que se ate esta cinta roja en su muñeca izquierda.
- ¿Me está diciendo que voy a tener que vivir así por el resto de mi vida? ¡Esto no podría ser peor!... Mejor dicho ¡esto podría ser mucho peor!
- Me temo que así es. Creo que su única cura, disculpe que se lo diga de este modo, es la muerte… Y ni siquiera estamos seguros de que se vaya a curar. Además, tendría otro problema, quizás peor…
- ¿Cuál, doctor?
- Encontrarle una cura a la muerte…

Abandonado por la medicina, Drake visitó desde brujos de la India hasta curanderos de diversas nacionalidades, con resultados poco favorables, si no nulos.
Habiendo probado todo, Nate decidió darse por vencido. Según sus propias palabras, escritas en una carta a fines de 2002:

Según dicen algunos, Cátulo Castillo se inspiro en Francis Drake para escribir la letra del tango Desencuentro. Por supuesto, esto tampoco pudo ser verificado.

Lo último que se supo de Nathan es que aprendió a convivir con su enfermedad, como explica en la última nota que se encontró escrita por él:

Algunas personalidades que han sufrido este trastorno

• Atila, el Huno. Se dice que por donde pasaba su caballo Othar no volvía a crecer la hierba.
• Fidel Castro, blanco de 638 intentos de asesinato hasta el año 2007.
• Jason y Jenny Cairns-Lawrence.
• Tsutomu Yamaguchi, único superviviente (reconocido) a las bombas de Hiroshima y Nagasaki.
• Frano Selak, único caso curado del síndrome.
• Violeta Jessop, superviviente del hundimiento del RMS Titanic y el HMHS Britannic.
• Roy Sullivan, también conocido como el "pararrayos humano". Logró curarse del síndrome, lamentablemente, la misma noche que decidió quitarse la vida.

Lo expresado en las lineas más arriba es de carácter humorístico, y de ninguna manera debe interpretarse como algo serio. A su vez, no es ni por asomo una critica a Uncharted ni a su personaje principal, Nathan Drake. Gran juego, dicho sea de paso.